La polémica de los implantes llegó a España desde Francia, donde hace unos meses se prohibieron los aumentos de mamas con fines estéticos debido a que interferían en los pronósticos médicos.
Los implantes defectuosos PIP
A raíz de esta prohibición y tras numerosas investigaciones sobre el caso, las autoridades francesas determinaron que las prótesis fabricadas por la empresa Poly Implant Prothèse, PIP como es más conocida en España, suponían un potencial peligro para la seguridad de las mujeres portadoras.
El peligro venía causado por el tipo de silicona que contenía la prótesis en su interior, ya que no era silicona de uso médico.
Además de esto, las prótesis no superaban los test de calidad debido a su facilidad para romperse, llegando a causar en ese caso posibles reacciones inflamatorias.
El caso Poly Implant Prothèse en España
La empresa francesa comercializaba sus prótesis en España tanto para clínicas privadas como públicas. Por este motivo, y debido al peligro de las mismas, desde el Ministerio de Sanidad se recomienda a las pacientes portadoras de estas prótesis que se pongan en manos de un médico con carácter "preventivo y no urgente".
En España están registradas al menos 700 operaciones mamarias, la mayoría en centros de la Comunidad Valenciana, realizadas con estas prótesis a través de centros públicos.
El problema lo suponen las operaciones realizadas en centros privados, ya que no hay registro de los mismos. Por este motivo, Sanidad ha autorizado a las mujeres que se operaran en clínicas privadas a solucionar el problema en centro públicos, para evitar que estas mujeres corran riesgos al no tener recusos ecónomicos como para volver a ser tratadas por una clínica privada.