Con la llegada del buen tiempo también aumentan las ganas de pasar más tiempo al aire libre, tomando algo con los amigos, paseando o, simplemente, bronceándose en una playa o piscina. Por muy positivas que estas actividades parezcan, debemos hay que tener en cuenta los consejos de que la constante exposición al sol no es tampoco bueno.
Por lo tanto, debemos aprender qué efectos tiene la radiación los rayos UVA en nuestro cuerpo y cómo proteger nuestra piel para lucir sana y bronceada no solamente este verano, sino para toda nuestra vida.
Qué son los rayos UVA y cómo afectan a nuestra piel
Los rayos UVA o de radiación ultravioleta se miden por longitud de onda y forman parte de los rayos solares. Estos en concreto son los que llegan en su mayoría a la superficie de la tierra. Mientras más corta es la onda más fuerte es la radiación y más dañina esta para nuestra piel. Así pues, depende de en qué punto de la esfera terrestre nos encontremos la radiación de los rayos será más corta y más larga, siendo más nociva en el primer punto y menos en el segundo.
Sin embargo, también debemos tener en cuenta que las nubes pueden cubrir la luz de sol, pero no menguan la intensidad de los rayos UVA, los cuales pueden ser igual de dañinos para nuestra piel, aunque sean invisibles para nuestros ojos. Además, los rayos UVA tienen la capacidad de reflejarse en otros objetos y lugares y estar bajo la exposición de este reflejo puede tener el mismo efecto o menor que estando expuestos a los rayos ultravioletas directamente.
El exceso de exposición a estos rayos puede producir efectos a corto plazo como quemaduras, manchas en la piel e irritaciones y, a largo plazo, arrugas prematuras, cáncer de piel y disminución de la visión. Debemos también tener en cuenta que en los salones de bronceado también utilizan estos rayos y que son igualmente dañinos para nuestra piel, por lo que debemos protegernos del modo adecuado para asegurarnos que no nos producen ninguno de los efectos secundarios mencionados.
Consejos para proteger la piel
Aunque nuestro cuerpo está normalmente preparado para afrontar los rayos UVA a través de la melanina que se encuentra en nuestra piel y que es la que nos ayuda a broncearnos, la larga y continuada exposición al sol hace que esta pierda elasticidad y no sea suficientemente fuerte como para protegernos de los efectos perjudiciales de los rayos solares.
Si vivimos en una zona del planeta donde los rayos son más cortos, es decir, el clima es más caluroso y el calor más intenso, debemos protegernos la piel de los rayos solares en todo momento, no solo cuando vamos a la playa o la piscina.
Cada vez que salimos a la calle o a un espacio abierto estamos exponiéndonos a los rayos UVA y estos están teniendo constantemente un efecto en nuestra piel, por lo que deberíamos aplicarnos protector solar antes de salir para asegurarnos de que nuestra piel estará protegida e hidratada.
A la hora de comprar la crema solar debes tener en cuenta qué tipo de piel tienes y cuánta protección necesitas. Consulta los consejos de un profesional para saber qué crema solar se adapta mejor a tus gustos y necesidades. Evitaremos la larga exposición al sol y salir a la calle en las horas donde el sol es más intenso si sabemos que no podremos mantenernos en una zona a la sombra y aireada.
Alimentación para proteger nuestra piel
- Lo más importante bajo los rayos UVA y las altas temperaturas es mantenerse constantemente hidratado. Beberemos la cantidad necesaria de agua al día, un litro y medio, racionada a lo largo del mismo y durante las comidas.
- Podemos ayudarnos de alimentos los cuales contienen mucho agua para hidratar nuestra piel y mantenerla protegida de los rayos solares como la verdura, en especial la zanahoria la cual tiene propiedades que ayudan a broncearnos, y la fruta como la sandía, el melón y los melocotones. Es adecuado tomar cinco raciones de fruta y verdura al día y más en verano, ya que nos ayudará a mantenernos hidratados y a mantener nuestra piel sana y cuidada.
- Los cereales también nos serán muy beneficiosos debido a su alta cantidad de fibra, la cual regulará nuestro organismo y eso se notará en nuestra piel.
Precauciones antes y después de la exposición
El consejo más importante es que antes de exponernos a los rayos del sol debemos aplicarnos siempre la protección solar necesaria para nuestro tipo de piel. Además, no nos aplicaremos maquillaje o perfumes con alcohol en la piel, puesto que estos atraen los rayos UVA y pueden causarnos marcas o quemaduras.
Tampoco nos expondremos a los rayos solares después de la depilación, porque nuestra piel también puede lastimarse. Así pues, si nos hemos depilado (sea con el método que sea y en cualquier parte de nuestro cuerpo) deberemos esperar 24 horas para tomar el sol de nuevo.
Si nos hemos expuesto a los rayos UVA con moderación y habiéndonos aplicado una protección solar antes, nuestra piel necesitará solamente la aplicación de una loción hidratante después de cada ducha.
No obstante, si nos hemos pasado con la cantidad de tiempo expuestos al sol o no hemos utilizado protección, quizás suframos otros problemas, como quemaduras o manchas en la piel. En cada caso deberemos consultarlo con un médico para recuperarnos de la manera más adecuada.
Finalmente, aplicaremos una protección solar más fuerte en el rostro antes de exponernos al sol y, después, nos pondremos cremas hidratantes que mantengan nuestro rostro libre de futuras arrugas, manchas o sequedad.