Atrás quedaron todos esos métodos de depilación tradicionales que no suponían nada de permanencia. Atrás se quedó la cuchilla, con la que se pueden producir cortes y además el vello no se corta de raíz, la cera, que lo arranca de raíz pero tampoco lo debilita, la crema depilatoria, que hace el mismo efecto que la cuchilla, o la máquina de depilar, que arranca de raíz pero tampoco es permanente.
Atrás quedaron todos esos métodos cuando, con el paso de los años, empezaron a aparecer los métodos de depilación permanente. Primero llegó la fotodepilación y después la depilación láser. Este último tratamiento sí que es verdaderamente permanente, aunque algún vello residual puede seguir apareciendo, además de que el vello puede regresar si se tienen ciertos problemas de salud o si las sesiones no se hacen correctamente o no todas las que se tienen que hacer.
Centrándonos en esta última, la depilación láser actúa bajo el principio de la fototermólisis selectiva, es decir, la eliminación del vello pero sin afectar estructuras vecinas. Esto se consigue mediante pulsos de luz de alta energía, que son absorbidos por la melanina haciendo que la luz se convierta en energía térmica que daña por completo el vello e imposibilita su reaparición.
Pero para cada tipo de piel, como ocurre con absolutamente todos los tratamientos estéticos, existe un láser específico que garantice una depilación perfecta, completamente segura y en el menor período de tiempo posible. Además, más allá de cada tipo de piel, cada tipo de láser tiene unas condiciones específicas que también es preciso tener en cuenta para que el tratamiento sea lo más efectivo posible.
Tipos de láseres
De entre todos los tipos de láser, los más adecuados son los que utilicen una longitud de onda entre los 700 y 1200 Nm, pues de esta forma se garantiza que la piel no sufrirá ningún daño durante la exposición al láser y se conseguirá el efecto deseado. Dentro de este rango, las opciones que hay y que se utilizan en centro de estética están las siguiente.
Láser Rubí
Emite una longitud de onda de 695 Nm haciéndolo especialmente indicado para pieles claras y con vello muy negro. Es el que primero se utilizó, aunque hoy en día se encuentra prácticamente en desuso por la aparición de láseres más avanzados y efectivos.
Láser Alejandrita
Emite a una longitud de onda de 755 Nm, siendo especialmente indicado para pieles con tono medio y vello oscuro. Sus pulsos de luz son cortos, acabando así con el vello muy fino o de escasa longitud. También tiene un diámetro de spot ancho, haciendo que sea el láser que menos sesiones requiere para conseguir un resultado óptimo. Es el más utilizado para repasar y acabar con el vello residual después de cualquier tratamiento de depilación láser.
Dependiendo del método que utilice, tendremos que rasurar la zona a tratar o no y se utilizará un sistema refrigerante de gas, gel o aire frío. Su principal desventaja es que no se puede usar después de la exposición de la piel al sol, en las zonas faciales y en pieles muy oscuras.
Láser Diodo
Emite a una longitud de onda de entre 800 y 810 Nm, siendo el láser recomendado para pieles oscuras con vello también oscuro. Su principal ventaja es que gracias a su sistema de refrigeración y sus pulsos largos, se protege mejor la superficie de la piel evitando así las quemaduras. Por ello se puede utilizar en pieles bronceadas o negras.
Aunque no se suele utilizar en tratamientos faciales, es un láser de gran penetrabilidad, por lo que es el más efectivo para el pelo duro y profundo. La zona a tratar debe de ser rasurada antes de la exposición.
Láser Soprano
Otro tipo de láser que también trabaja bajo esta frecuencia es el láser Soprano, que al igual que el Diodo, es prácticamente indoloro y se puede utilizar en pieles bronceadas de una forma segura. Su principal desventaja es que precisa de un buen operario para obtener un buen resultado.
Láser Neodimio-Yag
Con una longitud de onda de 1064 Nm, se puede usar sobre todo tipo de pieles. Esta longitud es poco absorbida por lo pigmentos, por lo que se puede utilizar sin peligro alguno, aunque su eficacia es mucho menor. Su principal desventaja es que es el más molesto y solamente está indicado para pelo oscuro y profundo.
Depilación IPL
Para finalizar, recordar que la técnica de la Luz Pulsada Intensa (IPL), pese a lo que se piensa comúnmente, no se incluye dentro de las técnicas de depilación láser y por ello no aparece en el repaso.
Ya tenéis un poco más de información sobre cuáles son las diferencias entre los distintos tipos de láser y cuál es el más indicado para vuestra epidermis. Aún así, es recomendable dejarse aconsejar por un especialista, ya que existen tratamientos mixtos que varían el tipo de láser según la zona. Asimismo, también hay que dejarse aconsejar por el momento preciso en el que es conveniente hacerse la depilación láser.