El tomate es un gran aliado para nuestra pielEl tomate es una fruta, contrario a la creencia popular en la que siempre se ha creído que era una verdura. Este fruto rojo es, sin duda, una fuente inagotable de antioxidantes y de vitaminas A y C, un alimento que nunca hay que dejar de lado en nuestra dieta y que se puede convertir en un tratamiento de belleza alternativo a la hora de querer ahorrar en productos de belleza y reducir el consumo de cosméticos con parabenos que usamos en nuestra cara día a día.
El tomate también lleva aminoácidos, sustancias efectivas para reducir la apariencia y el tamaño de los poros además de potasio, manganeso y el calcio. El jugo del tomate también ayuda a secar el exceso de aceite, que puede de obstruir los poros. Los radicales libres presentes en el tomate ayudan a estimular la producción de colágeno y sus múltiples propiedades te ayudan a mantener la piel firme y elástica, retrasando con ello la aparición de las primeras marcas de expresión y arrugas, retrasando el momento de tener que realizar una operación de cirugía estética tan de moda hoy en día.
Recuerda llevar siempre una rutina de belleza diaria acorde con tu tipo de piel, así evitaras problemas de estética más serios, como pueden ser los granos internos (tan dolorosos y antiestéticos), puntos negros y pieles muertas. Lo ideal para este tipo de tratamiento es usar tomates crudos ya que son ricos en antioxidantes y nutrientes. Sin embargo, si no tienes tomates crudos, puedes reemplazarlos por zumo de tomate de venta en tiendas. A continuación vamos a darte diferentes recetas sobre mascarillas para realizar tu propio tratamiento de belleza y estética en casa y así mejorar el aspecto de tu piel semana tras semana.
Mascarilla facial de tomate:
Corta un tomate a la mitad y frota las mitades de tomate contra tu piel. Deja el jugo de tomate en tu rostro por lo menos 15 minutos, dejando que la piel se empape en el jugo y penetre hasta los poros. Enjuaga tu piel con agua bien fría. El agua fría ayuda a cerrar los poros de la piel y ayuda a evitar que las bacterias se extiendan además de sellar la humectación. Luego seca sin frotar (dando leves golpecitos) con una toalla.
El tomate te ayudará a cuidar tu piel como se debeMascarilla reductora de poros:
Mezcla una cucharada de jugo de tomate con dos de zumo de lima fresca. Aplica la zona y deja que penetre en el rostro durante 15 minutos. Enjuaga con agua fría y seca con una toalla sin frotar.
Mascarilla limpiadora:
Machaca un tomate maduro junto con un aguacate. Aplícate la mezcla en el rostro, insistiendo en aquellas zonas que tengan más grasa y puntos negros. Déjatela puesta durante 20-30 minutos antes de enjuagar. Esta mascarilla es especialmente buena para la piel mixta.- por un lado el tomate aportará frescura y eliminará el exceso de grasa y a la vez el aguacate aportará sus propiedades antisépticas e hidratantes. Enjuaga y seca tu cara cuidadosamente.
Mascarilla refrescante:
Esta mascarilla está más indicada para quemaduras solares en el rostro, pero la puedes usar en cualquier época del año para refrescarte después de un día largo. Tritura medio tomate y mézclalo con dos cucharadas de yogurt. Aplícalo por todo el rostro y déjalo reposar durante al menos 20 minutos. Enjuaga con cuidado y seca el rostro a toquecitos suaves.
Mascarilla exfoliante:
Tritura el tomate y añade jugo de limón y una cucharada de avena. Mezcla hasta que se forme una pasta consistente y aplícatela sobre la cara. Déjala actuar entre 15 minutos y retírala con las manos realizando círculos, así conseguirás una exfoliación suave eliminando las células muertas.
Después no olvides aplicar tu crema hidratante habitual, la hidratación es clave en cualquier rutina de belleza, una piel hidratada es una piel bella. Pero si tras realizar este tratamiento notas que tu cara no mejora, acude al médico por si tu problema no está relacionado con la estética y se trate de algo más profundo.
