La parafina es una sustancia derivada del petróleo que se obtiene del carbón por medio de un proceso de destilación. Esta sustancia la contienen algunos productos como cosméticos (cremas hidratantes, barras de labios y algunos maquillajes, desodorantes, colonias y enjuagues bucales, entre otros). También se usa para fabricar velas y otros productos semejantes.
El uso de la parafina en los productos cosmeticos se debe a que esta sustancia tiene propiedades hidratantes y a que aportan suavidad, dureza y brillo además de que sirve como base para que otros elementos de los cosméticos se adhieran y cubran la piel.
Por otro lado, muchas cremas que tienen un fin reductor o adelgazante, rejuvenecedor o reafirmante contienen parafina como elemento activo y también se aplica en sesiones de fisioterapia que buscan calmar el dolor y mejoría en general en algunos procesos artríticos, contracturas o tendinitis.
Parafina e hidratación de la piel
Debido precisamente a sus propiedades hidratantes, la parafina está muy indicada para pieles secas, que presentan problemas de hidratación, falta de elasticidad y grietas o escamas que puedan aparecer como resultado de la sequedad de la piel.
La aplicación de la parafina sobre la piel tiene la peculiaridad de que forma una película aislante que evita que se pierda o evapore la humedad del tratamiento y favorece que se mantenga en las capas internas de la piel. Es decir, contribuye a retener la pérdida de hidratación manteniendo la temperatura corporal eliminando además las toxinas.
Es por ello que las zonas donde más se suele emplear este sistema es en manos, muñecas, codos, hombros, pies, tobillos, rodillas, muslos y en la cara.
Pasos del tratamiento de parafina para manos y pies
Las manos y los pies son las partes del cuerpo más castigadas ya que suelen estar más expuestas al exterior, por contacto con ciertos agentes externos o simplemente un paso brusco del fío al calor en los cambios de estación pueden derivar en sequedad o en la aparición de grietas y arrugas. Para conseguir la rehidratación de esta parte del cuerpo, la parafina es uno de los métodos más eficaces si bien es menos recurrente que otros.
Para llevar a cabo dicho tratamiento, lo recomendable es acudir a un salón de belleza, más aún si es la primera vez y desconoces este método por completo. También se puede realizar en casa siguiendo unos sencillos pasos:
- Derretir la parafina. En primer lugar, derretir a 45-55 grados un poco de parafina sólida en un recipiente. Cuando esta se ha vuelto líquida y habiendo comprobado antes que no está demasiado caliente para evitar quemaduras, está lista para su aplicación. En cuanto a la forma de aplicarla, se puede hacer de dos modos: sumergiendo las manos o los pies en el recipiente, o bien pasando una brocha o un pincel sobre la zona hasta conseguir una capa con el suficiente espesor como para que cubra bien la zona sin que luego pueda resultar difícil retirarla.
- Esperar a que se seque la parafina. El siguiente paso consiste en esperar a que la parafina seque, cubrirlo con un papel aislante o con toallas y mantenerlo durante 15 minutos. Pasado ese tiempo, sólo hay que retirarlo todo.
- Procura separar bien los dedos. A la hora de sumergir las manos o los pies, hay que procurar separar los dedos lo suficiente como para que la parafina se solidifique y cubra toda la piel. También se puede aplicar crema hidratante previamente al tratamiento y sumergir los pies y las manos cuando esta se haya absorvido bien. Después del tratamiento, el resultado inmediato será una piel más suave, tersa y con mejor aspecto.