El cuidado de las uñas es uno de los puntos más importantes a la hora de conseguir una buena imagen. El tabaco o la manipulación de ciertas sustancias, así como simplemente las tareas del día a día, pueden producir que a la larga las uñas adquieran un antiestético color amarillento. Y es que, aunque no lo parezca, las uñas tocan y están en contacto con absolutamente todo lo que nos rodea, por lo que hay que tener especial consideración con ellas.
También es frecuente que los componentes químicos que contienen los esmaltes de uñas desmejoren el color de las mismas; algo que también provoca las permanentes o semipermanentes de uñas. Hay que tener especial cuidado también con los colores muy saturados y chillones, intenta no abusar de ellos con mucha asiduidad y, si no lo puedes evitar porque te apasionan, no olvides nunca aplicar una base de esmalte antes de maquillarlas con ese tipo de colores.
Sea por el motivo que sea, o simplemente porque tus uñas son, por naturaleza como se suele decir, así, existen algunos remedios caseros con los que lograrás que estén siempre perfectas y, que en la medida de lo posible, puedas acabar con ese antiestético color.
Remedios caseros para blanquear las uñas
- Si el problema se debe al consumo de tabaco, es conveniente sumergir las manos en medio vaso de agua al que se le ha añadido tres cucharadas de vinagre de vino blanco. Después de un par de minutos o tres, ya podrás sacar tus manos y lavarlas con abundante jabón (principalmente para eliminar el olor), además de echarte tu habitual crema de manos haciendo algo más de hincapié en las uñas.
- También se puede mojar un bastoncillo de algodón en agua oxigenada y frotar cada una de las uñas por la parte inferior. Después introdúcelas en un recipiente que contenga 250 ml de agua oxigenada y 750 ml de agua caliente, durante 10-15 minutos, una vez por semana. Ese podría decir algo así como que este remedio es una forma de exfoliar las uñas y eliminar los restos de suciedad que provocan ese indeseado color.
- Prepara zumo de limón e introduce tus uñas durante un tiempo estimado de 5 a 10 minutos todos los días. Un remedio que podrás hacer mientras desayunas puesto que podrás hacer al mismo tiempo el zumo para desayunar y para revitalizar tus uñas.
- Sumerge tus uñas en leche durante 5 minutos. Un remedio que podrás aplicar dos o tres veces por semana y que tendrá un doble resultado: por un lado te ayudará a blanquear tus uñas y, por otro, ayudará a que crezcan más rápido, uno de los poderes que tiene la leche.
- El aloe vera es una planta magnífica para absolutamente todo, puesto que te ayuda desde a mantener sano tu cabello a lograr que las cicatrices de tu piel pasen prácticamente inadvertidas. Para las uñas este remedio consistirá en frotar tus uñas con la zona carnosa de una planta natural de aloe vera, algo que deberás hacer el mayor número de veces posible a lo largo de la semana, incluso pudiendo repetir la operación un par de veces diarias.
- Calienta un poco de aceite de oliva, teniendo cuidado de no pasarte para que no sea 'peor el remedio que la enfermedad', e introduce tus uñas durante unos 5 minutos. Luego aclara tus manos, sécalas e hidrata bien con tu crema de manos habitual, haciendo más hincapié del habitual en tus uñas.
- También puedes añadir un poco de pasta de dientes blanqueante mezclada con agua a tu cepillo de pulir las uñas. Una vez frotado, déjalo reposar un rato y aclara después con agua fría. Un consejo con el que se podría considerar que acabas de hacer una mascarilla casera a tus uñas al tiempo que las exfolias para acabar con los residuos existentes.
- Y si no eres de remedios caseros, pero tampoco de invertir mucho en belleza, este consejo está destinado a ti. Existen en el mercado una serie de limas especiales para este tipo de tratamientos que te ayudarán a blanquear tus uñas, al mismo tiempo que las dejará limpias y suaves.
La constancia, lo fundamental un buen resultado
Como en todo, es imprescindible recordar que este tipo de remedios no son de carácter instantáneo, por lo que se deberá de tener paciencia y repetir el proceso hasta que se vea la mejoría. Además estos remedios caseros no pueden ser milagrosos, todo requiere su tiempo para empezar a ver unos resultados, algo a lo que también contribuirá el hecho de ser constante.
Además, si el color amarillento es muy fuerte o persiste, habiendo probado durante algún tiempo con alguno de estos trucos, es recomendable acudir al médico pues podría tratarse de algún tipo de hongo o enfermedad que vaya mucho más allá y que sea preciso tratar con medicación específica.